JABÓN DE AZUFRE para EMILIO

Siempre que pongo un nombre al jabón, aludo a un ingrediente y parece que no le doy la debida importancia al resto.

Asimismo cuando digo que hago un jabón específico para esto o lo otro, tengo la sensación de que se tiende a pensar que esto es milagroso: NO, no es Lourdes, ni Fátima, ni ningún otro lugar en donde se hayan dado los milagros.

Los problemas específicos los debe tratar un especialista, lo que expongo, como ya he dicho en otro momento, es fruto de una afición y de horas de estudio personal, destinado a poner mi granito de arena para ayudarme a mí misma y a los míos.

También decir que la primera función y la más importante de un jabón es: lavar la piel, luego no agredirla y si puede ser mejorar su estado.

Dicho esto, el jabón que muestro está destinado a mi queridísimo sobrino Emilio, en plena ebullición hormonal, esperando que lavarse con un jabón como este, le valga para cuidar mejor su piel.

Aceite de Almendras. Macerado con Sándalo Rojo	8,10%
Aceite de Jojoba	8,10%
Aceite de Neem	16,80%
Aceite de Oliva VE. Macerado con Cúrcuma	12,08%
Aceite de Oliva VE. Macerado con Fenogreco o Alholva	12,08%
Aceite de Coco	29,48%
Manteca de Karité	13,36%
grasas:	100,00%
Traza:
Esencias:  Árbol de Té y Lavanda	4%	de las grasas
Azufre:	1%	del peso del lote
Vitamina E y D. Disuelta en un poco de aceite.	1%	de las grasas
Sobreengrasado:  de la siguiente forma: Dejé parte del aceite de Jojoba y de Neem para la traza.	14%
Concentración : Usé agua de Mar	30%

Dividí el lote en dos: y a una parte le puse arcilla negra y carbón vegetal, la otra la dejé tal cual.

 

Usé para la decoración dos perchas para colgar zapatos, la verdad que me gusta la decoración.

 

Espero que con este jabón tenga mejor la piel, ya que para el pavazo no tengo nada más que pedir paciencia y que pasen los años, jajajaja.