Se acerca San Valentín. Tenía ganas de hacer una serie de jabones hidratantes, para poder estrenar unos moldes de silicona con forma de corazón y la excusa perfecta es San Valentín.
- Aceite de Coco: 20% de las grasas.
- Aceite de Oliva: 60% de las grasas.
- Aceite de Palma: 20% de las grasas.
En mi opinión, es la trilogía perfecta. Hay muchos aceites en el mercado, algunos complicados de encontrar en España. Al final siempre recurro a usarlos, pues me agrada mucho lo que hidratan y la espuma perfecta que se consigue con ellos.
- Azúcar: 1,5% de las grasas. Disuelto en el agua, antes de incorporar la sosa. Aporta calidad a la espuma y desde que lo descubrí, lo agregaría a todos los jabones.
- Arcilla Roja: Añadida en la traza. 10gr por cada 500 de jabón. En este caso la arcilla usada es procedente del Bajo Aragón. y me trae recuerdos de los campos de Tierra Roya que veía de pequeña. Confiere un bonito y suave color rojizo al jabón y por su contenido en óxido de hierro y aluminio, le otorga propiedades astringentes, absorbe las impurezas de la piel, sin resecarla, por lo que es apto para pieles sensibles y secas. Además es un excelente regenerador celular.
- Arcilla Negra: para los corazones interiores: Traza. Muy poquita cantidad, sólo para dar color.
- Esencia de Rosas: Traza. 22 ml.
Sobreengrasado: 12%.
Concentración: 28%. (si he de ser sincera, añadí más agua de la deseada para la concentración que yo quería 28%, pero gracias a Dios, que ese pequeño descuido no supuso un desastre y el resultado final ha sido el que yo buscaba).
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