JABÓN DE SAL Y LECHE DE CABRA

Que me gustan los jabones de sal, a estas alturas no es una novedad, si me encantan, pese a su textura, pese a no hacer demasiada espuma, creo que es el mejor spa en casa. Un modo barato de cuidad la piel, limpiar de impurezas y suavizarla sin agredir.

 

La pena es que no puedo usarlo todo los días. Los jabones de sal tienden a resecar la piel, son aptos para todos los tipos de pieles, pero cada una debe tener en cuenta la periodicidad con la que se va a usar.

 

 

Como me ha pasado en otras ocasiones, la idea la obtuve de unas muestras que me regalaron hace tiempo y entre ellas estaba una de leche y sal a modo de sales de baño y dando vueltas, traté de hacer una fórmula que se pareciera y que dentro de lo que es el comportamiento de un jabón de sal, hiciera espuma, y de momento este es el mejor jabón de sal, hasta la fecha. Ya habrá otros, jajaja, y diré lo mismo.

 

% de grasas:

 

Aceite de Algodón	4,35%
Aceite de Argán	4,35%
Aceite de Jojoba	4,35%
Aceite de Maíz BIO	17,40%
Aceite de Oliva Virgen Extra	30,40%
Aceite de Coco	17,40%
Aceite de Palma	4,35%
Aceite de Palmiste	8,70%
Manteca de Cacao	4,35%
Manteca de Karité	4,35%

 

 

 

Sobreengrasado: 10%. (Aceite de Algodón y de Argán: 4,35% y Aceite de Jojoba: 1,30%).

Concentración: 28% en donde sustituí el agua por la leche de cabra congelada.

 

Sal Rosa del Himalaya: 45% de las grasas y en la traza. El color que le da al jabón es precioso y esta última foto es la que más se asemeja.

 

Esencias: 3% de las grasas y en la traza: Litsea Cubeba, Bergamota y Lavanda. He tratado de fijar el olor con Tintura de Benjuí y Glicerina y he de decir que sigo sin notar nada.

 

 Vitamina E: 1% de las grasas, disuelto en cualquier aceite de sobreengrasado y en la traza.

 

Como a estas alturas, desde que lo hice en verano,  me quedan pocas pastillas tendré que idear otro diferente,